Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

sábado, 7 de junio de 2008

Parque móvil jicho

Es una constante en mí olvidarme de postear en el blog, sobre todo si día tras día repites las mismas cosas. Desde que me largaron de la oficina de la ETT estaba un poco falta de ideas, pero he conseguido un trabajo del que ya postearé cuando me ubique un poco más. No llevo más que desde el lunes, y quiero escribir con convicción y seguridad sobre cosas que veo. Será jugoso e interesante.

De momento voy a hablaros de algo referido al título del post que está estrechamente vinculado al vecindario de esta santa casa. Esta es una calle que termina sin salida y es la casa donde termina la calle. Una casa de bajo y tres plantas a dos manos. Me recuerda un poco a 13 rue del percebe. Estamos rodeados de huertos y explotaciones agroganaderas. Por eso hay tanta mosca y de vez en cuando llega el inconfundible aroma del estiércol de vaca. Sólo perturba a este humilde vergel la carretera del eix, por el que pasan cientos de trailers y muchos de ellos cargados de ganado porcino. Hay obras porque nos están urbanizando el barrio. Es un barrio de toda la vida y los vecinos se conocen casi todos desde siempre.

En esta casa hay seis viviendas y dos bajos. De todo ello sólo hay habitadas tres de las viviendas. La descripción sonará peor de lo que parece, pero es así. En el piso de abajo vive un moro que se lo tiene alquilado a otro. Encima vivimos nosotras y enfrente tenemos de vecinos a un indeterminado pero numeroso grupo de gitanos. Cualquiera diría que la policía no esté rondándonos todo el día al juntarse tres tipos de indivíduos indeseables: un moro, un gitano y una vasca. Menudo honor, jejejeje.

En mi tierra a los gitanos, que viene de egipcianos, se les llama "ijitoak", que viene de Egipto, como gipsy viene de egyptian. Vamos, que todo el mundo europeo parece coincidir con eso de que los calés vienen de la tierra de los faraones, cuando siempre oí decir que venían de la India. Bueno, dejando gentilicios aparte. de "ijito", se deriva en jicho. Los gitanos de enfrente (los jichos, vaya) son un número difícil de contar, porque fluctuan. A ratos no hay nadie y a ratos son más de diez. Y, claro, toda la troupe se viene con su "fregoneta". Ayer llegué a contar tres fregonetas y dos turismos. Las plantan en la calle y no hay forma de encontrar sitio donde dejar tu utilitario. Es por eso lo del título de mi post. El parque móvil jicho de esta casa es de asustarse. Las fregonetas no valen nada, pero los coches sí que los llevan chulos, paaaaya.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola preciosa.
Hablando de los vecinos-gitaners, yo no se donde se meten tantos en un piso de menos de 60 metros cuadrados, la virgen la de gitanos q entraron y salieron el otro dia de ese piso.
Besos chiquitilla