Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

lunes, 13 de octubre de 2008

Esencia de perroflautismo

Yo no sé si la época invita a ello de una manera objetiva o es que los días nublados me duelen hasta sumirme en un pesimismo de categoría A, pero con los tiempos que corren de crisis de los ricos, que siempre nos tenemos que tragar ineludiblemente los pobres, empieza a tener sentido el perroflautismo.

¿Qué es el perroflautismo? Para los pocos que no lo sepan es una cierta versión local de pobre basura blanca norteamericana. Gente joven aún, pero avejentada, tatuada, "piercingada" con los pelos greñudos y la ropa vieja y arrugada que pasa una gorra vieja por las calles pidiendo limosna con la excusa de tocar la flauta, un djembé o un didgeridoo, solos o en grupos, acompañados de perros malolientes sin pedigree.

El sábado vi un clarísimo exponente de este colectivo. Una pareja. Él con un chándal sucio y zarrapastroso, barbudo y con los pocos pelos que escapan a su calva hechos "dreadlocks" y ella con una larga chaqueta de punto, su cabello coloreado y desgreñado, sus bolsas, su perro grandote y multirracial y su flauta morada de plástico atada con un cordel a dada extremo del instrumento colocado como una bandolera sobre su hombro izquierdo. Perro y flauta cercando a una misma persona: Es sin duda una honorable perroflauta.

1 comentario:

iTxaro dijo...

Un año en San Fermines se me acercó más de la cuenta un perro flauta de esos y me dejó un amigüito suyo: una encantadora pulga que me picó por todo el cuerpo

un beso