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jueves, 6 de agosto de 2015

Pasajes de la Biblia: Hoy, los profetas son niños mimados

Una vez muerto Acab, rey de Israel, siendo Josafat el monarca del reino de Judá, le sucedió, en el trono israelí, Ococías,  el cual, un mal día se defenestró, esto es, se cayó por una ventana. Estando en el lecho del dolor post-defenstración Ococías manda a unos mensajeros que pregunten a Baal-Zebub si sobrevivirá. Como a Jehová no le hace ni puta gracia tener que compartir la divinidad absoluta manda a su profeta Elías a recriminar a los mensajeros y, de paso, mandarle el recadito a Ococías de que no saldrá vivo de la caída.

De Baal-Zebub viene la palabra a nuestros días como Belcebú, claro que dejó de ser una divinidad filistea para convertirse en un sinónimo de demonio. Por cierto, que debe ser "el señor de las moscas", pero no hay niños ingleses practicando el canibalismo insular. Ya se sabe que la religión monoteísta impone toda su fuerza para satanizar (nunca mejor dicho) a las deidades rivales hasta convertirlas en malignas.

Baal, deidad de Asia, con alas, como las compresas

Ococías manda llamar a Elías y, por dos veces, una llama del cielo quema a los soldados captores. Dos tandas de 50 soldados churrusca Jehóvá. Explícale tú qué es eso de "todos contra el fuego". Total que Ococías la palma delante de las narices de Elías.

Los profetas eran los niños mimados de Jehová. Ya hemos visto como asaba a la parrilla a los  soldadicos por venir a buscar al profeta, pero hay más. Elías y Eliseo iban de pueblo en pueblo, porque lo mandaba Dios, separando las aguas del río Jordán a fuerza de pegarles con una manta sobre el cauce cuando un carro bajado del cielo y guiado por ángeles se llevó a Elías a las alturas. Eliseo, previamente, le había pedido en herencia que su espíritu, el de Elías, residiera en él. ¡Qué listo el Eliseo, dos espíritus por uno!. 

Elías sube al cielo en carro y Eliseo se queda con su manto

Eliseo iba para Bétel y unos chavales se burlan de él porque es calvo. Los maldijo en nombre de Jehová, y dos osos aparecieron de la nada y se cargaron a ¡Cuarenta y dos críos!. Hay gente que no sabe perdonar una pulla. Menuda sobrada la de los osos de Eliseo.

Hay gente que no sabe aguantar una broma

Los reyes de Israel y Judá tenían sus reinos taifas que les pagaban tributo. Todo muy medieval miles de años antes que el medievo de Europa. El reino de Moab era subsidiario del de Israel y le pagaba tributo, pero, palmado Acab, rey de Israel, Mesa, rey de Moab, se rebela en el pago y el nuevo rey de Israel, llamado Joram, sucesor del que volaba sin motor, monta una campaña militar invitando al rey de Judá, Josafat, a atacar juntos Moab.

Como había falta de agua, Eliseo, en plan Franco, inauguró un pantano haciendo brotar el agua porque sí. Al día siguiente se cepillaron a todos los moabitas y rapiñaron todas sus tierras y pertenencias, más o menos igual que hacen ahora sus descendientes con los palestinos en su propia casa.

De Eliseo hay más historias, pero las dejamos para otro rato.

2 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Exactamente, tal como hacen ahora sus descendientes, amparados por el señor Usa.

Piedra dijo...

Biblia 4.0, una versión bastante más adecuada a nuestro tiempo, pero como las anteriores, exageraciones de cuentos chinos (judíos mejor dicho) que nunca sucedieron, para hacer pasar a los judíos por grandes guerreros y héroes que guiados por un dios absolutamente satánico dominaron una tierra en la que hasta nuestros días nunca fueron gran cosa.

http://www.mercaba.org/Biblia/La%20Biblia%20Desenterrada.pdf

Saludos.