Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

lunes, 11 de julio de 2016

El amo viene a saludarte

¡Corre, corre, líder político con grandes aspiraciones nasales que estás en la oposición! El gran amo, antes de irse a su país racista donde te disparan por tu color de piel, aunque en nuestra tele nos digan lo mucho que sufren los maderos pistoleros, te espera en esa finca fortificada que se quedó cuando te pidió la mano y tomó la mitad de tu cuerpo para saludarte, que os hagáis la foto, que te acaricie la cabeza y que le des la patita por lo leal que eres y lo bien que le cuidas la finca ladrando a los intrusos.

¡Qué raro, no me han puesto mariachis!

Pierde el culo por hacerte una foto con el tío Tom, el afroamericano a favor de los amos blancos, que son los que tienen la pasta. Es el momento de sacar pecho palomo por hacerte la foto con el presidente del país que, nos cuentan, se lamenta de las muertes de maderos racistas en la ciudad texana de Dallas, aprovechando para repetirnos, una vez más, que ahí murió ese campeón de la democracia que era Kennedy, el que atacaba a Cuba y Vietnam haciendo democrática la muerte de vietnamitas y perpetrando atentados en Cuba.

¡Qué suerte, cinco minutos y foto con Obama!

Corre, ve, seas de la ideología que seas, si es que tienes alguna que no sea la de los billetes del BCE, a hacerte la foto con el jefe de la OTAN que te cita en su finca que se quedó por la puta jeta "colaboradora" en suelo de tu país. Ríele las gracias mientras se mea sobre tu soberanía, chucho agradecido por tres galletas rancias.

2 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Al amo del mundo tampoco hay que despreciarlo, a veces y no son pocas, son peores lo que estando debajo y a sus órdenes quieren congraciarse con el, esos si que son los malos, aquí en Europa tenemos a una que es la ama del territorio, y otros que le dicen, cuando no tratan de engañarla, "y dos huevos duros".

Saludos

Juli Gan dijo...

El desprecio y el post no es al tío Tom que no ha hecho nada en ocho años para borrar el prejuicio racial de la policía, sino en los que corren como cabrones a hacerse la foto con él.