Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

viernes, 28 de abril de 2017

Agresores reincidentes e impunes

El mundo se va a la mierda, una vez más. Y no es porque los políticos con cargo roben a manos llenas, concedan obras a empresarios amigotes que les reservan un futuro en el consejo de administración de una de sus empresas energéticas, aunque de energía no tengan ni repajolera idea, pero sean considerados "importantísimos para su cargo" por mucho que suspendieran física en su día y la medida de la energía sólo les recuerde al el tostado  cantante de "Hey". (el Julio, jajaja)

Y gana la derecha en Francia, al igual que en España, que es un país que vota a la derecha aunque esta no emplee ni margarina para untar orificios anales, porque hay que practicar medidas austeras hasta en la sodomización del ciudadano-votante.

Y un orangután ultra, acostumbrado a salir de sus detenciones, a pesar de agredir con cierto grado de peligrosidad a ciudadanos que no hacen daño a nadie y a otros que, a veces, porque son los encargados de ejecutar la violencia legítima del Estado, se dedica a agredir a pacíficos ciudadanos que toman tranquilamente una consumición en una terraza, porque, sí, porque somos mezquinos. Y aquí no pasa nada.



Uno se puede ir a la otra punta de la península a repartir sopapos e insultos porque la sociedad está podrida. Si tenemos seres así de zafios a los que no les importa nada la vida de los demás es que estamos muy pero que muy tocados. Y peor aún si, aparte de grabarlo, te ríes como el imbécil que eres de la desgracia ajena. ¿Qué clase de juventud tenemos que no tiene los valores adecuados de altruismo, solidaridad y buena educación?

El mundo se va a la mierda y nada lo detiene.

4 comentarios:

José Manuel dijo...

Es el gran triunfo del sistema.De una cultura y una educación basada en valores egoístas individualistas y competitivos. Es el divide y vencerás. Agredir a quien no te explota, no te oprime. Es la consigna. El mundo está podrido, efectivamente

Desbordamientos Puntuales dijo...

La necedad de algunas personas es impresionante... A pesar de que a veces el mundo apeste, tengo el convencimiento de que hay más gente que merece la pena que lo contrario. Por ejemplo, el bombero que el otro día se negó ha participar en un embarque de armamento es una muestra. Y seguro que, como él, hay muchos más ejemplos. Lo que pasa es que a veces los medios sólo se centran en lo negativo (grave error, para mi gusto). Un placer leerte, Juli.

Emilio Manuel dijo...

No se si no estamos yendo por el orificio del vater, pero si que nos encontramos en un sumidero apestoso.

Saludos

La vie en Rose dijo...

Vi las imágenes y no daba crédito. El género humano no deja de sorprenderme a mal, a muy mal... un abrazo