Tengo un bló

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viernes, 20 de abril de 2018

Cantar en la ducha

No soy muy de cantar en la ducha, y eso que sería lo lógico porque es alzar la voz y caerte agua desde arriba, pero hoy mismo me he sorprendido a mí misma cantando un tema infantil de esos que tenemos tan alejados de nuestros recuerdos que ni nos acordamos.

Toral que estaba disfrutando del agua tibia sobre mi cuerpo mientras salía la alegre melodía cantarina del "Paristik natorren artista bat naiz ni" (Yo soy un artista que viene de París). Esa conocida canción de los niños de mi tierra me la enseñaron en preescolar y eso, como otras muchas melodías para tiernas criaturas, la típica para adiestrar la memoria. Reitera los instrumentos musicales y sonidos que hace el artista parisino. Como  la de Xoxoak galdu du mokoa (el mirlo ha perdido el pico), poco más o menos.



En mi época la cantaban los payasos "Kixki, Mixki ta Kaxkamelon", los cuales, a la marcha de "Kaxkamelon", cambiaron de nombre por "Txirri, Mirri y Txiribiton". Los dos primeros eran los de siempre, y Txiribiton el nuevo mudo del trío.

Otaegi, Vitoria y Ansorena (Txirri, Txiribiton eta Mirri)

Y, sin embargo, cuentan que  la letra era del sacerdote Nemesio Etxaniz. Este azkoitiarra estudió en el seminario de Comillas, antiguamente, Santander, hoy, Cantabria. Dicho seminario estaba lleno de jóvenes seminaristas de las provincias vascas, vecinas de Santander, donde, a principios del siglo XX se desarrollaba una corriente intelectual y vascófila por parte de este grupo de jóvenes. Nemesio Etxániz, además de cultivar la literatura, también fue alumno de su tío que era el organista de Azkoitia y su pasión por la música le hizo escribir música religiosa, aunque no llegó al popular éxito de su paisano y colega Cesáreo Gabaráin, el hacedor de "hitazos" en plan "pescador de almas" u "hoy, señor, te damos gracias" del cual ya os hablé y, si tenéis valor, podéis pinchar aquí.

Pero llegó la guerra y la sinrazón y la chulería y la exclusividad idiomática e idiológica del imperio condenaron a las lenguas minoritarias del país y a sus intelectuales se los castigó con la  muerte, el exilio y, en el caso de este sacerdote, y quizá gracias a serlo, se contentaron con desterrarlo a Burgos  prohibiéndole el ejercicio del sacerdocio. Fue denunciado por un sermón dado en Zumaia en la semana santa de 1940 que le llevó a tal discursión con el obispo que rompió la relación con la diócesis aunque siguió ejerciendo el sacerdocio, aunque renunciando a la paga  que del Estado cobraban los sacerdotes. Una época difícil en la vida del propio Etxaniz y en la del resto de ciudadanos perdedores.  Aún así, en la oscura época de la posguerra cultivó la literatura vasca en numerosas categorías (poesía, novela, artículos periodísticos, ensayo...) y, con la llegada del aperturismo ya en los años sesenta, publicó obras para aprendizaje del euskera.

Nemesio Etxaniz vestido de seglar por orden franquista


Volviendo al inicio "musical", la letra era de Nemesio Etxaniz, pero la melodía es de Jose Ignazio (sí, sin tlide en la e y con z) Ansorena. Para los niños Mirri, para sus amigos "Piter" (con i) y para muchos, el director de la banda de txistularis del ayuntamiento y talentoso profesor de este instrumento, nobleza obliga, por ser de una talentosa familia de virtuosos de dicho instrumento.

3 comentarios:

emejota dijo...

De niña cantaba a los Xey https://www.youtube.com/watch?v=sYSlBj1VmWU , aunque he encontrado esta otra versión: https://www.youtube.com/watch?v=ZdEJWWplzUk. Muy de la post guerra verdad!

Esti dijo...

Bueno, bueno, "pescador de almas"... Pensaba que era una canción más antigua (aún), pero creo que podemos decir que fue el último hit de la música de misa, a no ser que las Flos Mariae espabilen un poco.

Nosu dijo...

yo tampoco soy de cantar, ni en la ducha ni en ningún lado, solo en conciertos, quizá por eso de pertenecer a una multitud.
Gracia por enseñarnos estos trocitos de historia de lso que yo por lo menos, no tengo nunca ni idea!